Aplausos, música y fiesta de disfraces en Avda. Cantabria
20 de April de 2020
Los vecinos de la Avenida de Cantabria en Valdenoja, salen a los balcones cada sábado ataviados con máscaras y pelucas, y tras el aplauso siguen la juerga varias horas con música y bailes
Aunque el reloj no marcaba todavía la hora del aplauso, en la Avenida de Cantabria ya estaban los primeros vecinos asomados a sus balcones. Aprovecharon esos minutos para intercambiar impresiones sobre la vestimenta que lucía cada uno: el sábado toca ir disfrazado. Así lo han organizado. Quien no llevaba una peluca, lucía un casco de gladiador, una máscara o un parche y un sombrero de pirata. Como salir de casa y preparar una fiesta no es posible, han buscado una alternativa: un altavoz y un micrófono.
¿Y el sitio? Sus terrazas y ventanas. La idea era amenizar la ovación de las 20.00 horas, poner un par de canciones y desconectar durante un rato. Pasarlo bien. Entre semana mantienen el plan, pero el sábado ha pasado a ser una auténtica fiesta de disfraces. Durante varias horas todo se para, allí no hay pandemia ni crisis, solo diversión, sonrisas y mucha ilusión.
La organización corre a cargo de Ángel Benito. «Vi una noticia de un chico que ponía música y pensé en hacerlo aquí», cuenta. Le quitó el polvo al altavoz que tiene en casa y casi desde el principio de la cuarentena acompaña los aplausos de su calle con varias canciones. Por supuesto la primera en sonar siempre es ‘Resistiré’. Al cabo de unos días sacó un micrófono para comunicarse con los vecinos. Hizo un guion y comenzó: «Buenas tardes vecinos y amigos de la Avenida Cantabria». También pensó en dar un teléfono y así, quien quisiera, podría mandar peticiones de canciones, alguna propuesta y convertirlo en algo participativo. Un momento de todos y para todos. Y eso hizo, «lo repetí varias veces». No pasaron ni dos minutos cuando empezó a recibir los primeros mensajes. «Mucha gente me daba las gracias». Entre semana suenan un par canciones, pero el sábado la juerga se alarga hasta pasadas las 22.00 horas.
Hace unos días Benito decidió subir el listón de la quedada del fin de semana, cogió el micrófono y «anuncié lo de los disfraces», explica. ¿La idea? «Asomarse con algo, una peluca, una fregona...». Pero el resultado fue más allá, la gente se lo tomó muy serio. En el último piso una señora de 92 años optó por una máscara de la muerte y una capa, acompañado por su familia que iban de piratas. En el bloque de enfrente reinaban las pelucas. Y es que la fiesta llega incluso a vecinos que Benito ni ve. En uno de los edificios más alejado un par de niñas bailaban y mostraban dos carteles. Cuando toca, también cantan el cumpleaños feliz. El sábado lo hicieron por partida doble. Era el día del vecino del primero y de la madre del organizador, así que todos a una entonaron la canción a todo pulmón. La fiesta ya es una tradición que mantiene a los vecinos con ilusión durante toda la semana. Desde el lunes organizar por whatsapp qué hacer el sábado. «La gente manda propuestas constantemente». Algo que también les ha servido para conocerse. Así que cuando la cuarentena acabe, lo primero que harán será organizar una cena.
Fuente: El Diario Montañes