El auge de la construcción de vivienda en Cantabria
7 de April de 2024
El ascenso y la caída del ladrillo en Cantabria se refleja en dos cifras escandalosamente opuestas. En 2006, en plena explosión inmobiliaria en toda España, se construyeron en la región más de 16.000 nuevas viviendas. El año pasado, tras más de una década de recesión a causa del pinchazo de la burbuja, solo se edificaron 1.349 residencias nuevas. Y eso que 2023 fue, con diferencia, el mejor de los últimos años. Pero el mercado está volviendo a cambiar ahora en Cantabria por una insaciable demanda de segundas residencias y alojamientos turísticos, espoleada por una masiva llegada de visitantes que han visto en la región un destino más amable con las altas temperaturas. No en vano, Cantabria tiene 13 municipios entre los 80 de España con más segundas residencias.
La comunidad está recuperando ese músculo inmobiliario en la costa. Como ya ha venido contando El Diario Montañés, las grúas han vuelto a aparecer en muchos municipios del litoral, que cuentan con miles de nuevas viviendas en ejecución, proyección o en gestión para los próximos años.
El primero en la lista, con mucha diferencia respecto a los demás, es Santa Cruz de Bezana, lanzado a la carrera urbanística con más de mil viviendas nuevas en su horizonte, y que ya en la época dorada del ladrillo se convirtió, junto a Piélagos, en epicentro del bum inmobiliario regional. Actualmente, cuenta con medio millar de viviendas proyectadas a corto plazo, a las que hay que sumar otras pequeñas promociones de casas unifamiliares que salpican el municipio, las 200 que ya están en ejecución y otro medio millar que suman los distintos planes registrados por promotores para sacarlos adelante por si un nuevo Plan General –en el que ya está trabajando el Ayuntamiento– limita la construcción en alguna de las parcelas en las que las actuales Normas Subsidiarias –aprobadas en 2006, en plena burbuja inmobiliaria– son más permisivas.
Dentro de Bezana, Soto de la Marina es el escenario más deseado por los nuevos inversores y acapara las dos principales promociones futuras, al margen de otras recién terminadas y todavía en proceso de venta. La Crotu dio el visto bueno en diciembre a un Plan Parcial, presentado por la Sareb, que prevé allí la construcción de 182 viviendas, el 25% de ellas de protección oficial. Esta nueva promoción se levantará en varias parcelas que suman 30.679 metros cuadrados junto al camping de Soto de la Marina, detrás de la glorieta del restaurante Pomodoro. La Sareb, según se recoge en el Plan aprobado por la Crotu, prevé una inversión de 1,7 millones de euros.
Cerca de allí se levantará la segunda gran promoción de vivienda nueva prevista en Bezana a corto plazo. En este caso será Iberdrola –que cuenta con un brazo inmobiliario con más de 8.100 viviendas construidas en España y México– la que edifique 297 residencias, 50 de ellas sociales, en una parcela ubicada entre Hergom y la glorieta del bar Navajeda.
Mientras Bezana encabeza ese despertar del ladrillo, Suances se sitúa como otro punto importante de desarrollo inmobiliario, siempre que consiga resolver su principal urgencia histórica: un nuevo Plan General que suceda al que existe desde hace 34 años. «Debería estar listo para esta legislatura, pero no solo depende del Ayuntamiento. En el camino hemos encontrado muchos impedimentos», se defiende el alcalde de Suances desde hace 17 años, Andrés Ruiz Moya (PSOE).
Uno de los desarrollos urbanísticos más ambiciosos que deberá recoger ese nuevo PGOU es el de La Bárcena, donde se construirán 500 viviendas, un hotel y un centro comercial a solo unos pocos metros de la playa, en la parcela donde ahora hay un aparcamiento al aire libre y junto al acceso del futuro funicular que conectará la zona alta de la villa con los arenales. Fue en 2006 cuando el Ayuntamiento de Suances y la empresa Delfín Cruz aprobaron un convenio –modificado en 2014– para permitir esa construcción a cambio de la cesión del Palacio del Amo y su entorno. Incluso, el Consistorio se comprometió a abonar a la promotora 698.000 euros –el valor estimado de los terrenos– si antes de 2017 no se aprobaba el Plan General para poder desarrollar esa promoción. Eso no ocurrió, Suances sigue sin nuevo PGOU y el Ayuntamiento tuvo que pagarle ese dinero a la constructora. Pero el alcalde confía en que el medio millar de viviendas pueda salir adelante con el tiempo. Mientras tanto, el municipio cuenta con cien nuevas residencias en ejecución en la zona de La Rasa, además de otro medio centenar repartidas en pequeñas promociones de viviendas unifamiliares.
A 40 kilómetros de allí, en Comillas, las grúas son visibles para todos los que lleguen a la villa por la carretera de Cabezón de la Sal. Hay dos promociones ya en marcha. La empresa Acciona está construyendo 200 pisos y dúplex bautizados como Las Casonas de Estrada, con precios que van desde 330.900 euros la más barata a 608.500 euros la más cara. Está previsto entregar las llaves el tercer trimestre de 2025. Y enfrente también está en obras el residencial Prado Verde, una docena de chalés adosados financiados por Banco Santander.
Pero el premio gordo está a dos minutos a pie de allí, en una parcela de 141.000 metros cuadrados, ubicada en la zona conocida como El Sardinero, donde se prevén construir 368 viviendas. El problema es que este proyecto inmobiliario estaba condicionado, en su origen, a la creación de la variante de Comillas, declarada ilegal por el Tribunal Supremo en 2010, con la que el bipartito PRC-PSOE pretendía acabar con los atascos que sufre la villa, especialmente durante los meses de verano, y sacar así el tráfico fuera del casco urbano.
Ahora el Ayuntamiento de Comillas está en proceso de modificar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) –ya lo hizo inicialmente el verano pasado– que permitirá levantar esas casi 400 viviendas, ubicadas en suelos urbanos y rústicos, de dos plantas como máximo, desligadas de la fallida variante. Está previsto que el 30% de las nuevas construcciones se destinen a VPO, lo que supondrá alrededor de 110 viviendas protegidas.
Unos pasos más allá de la costa occidental, en San Vicente de la Barquera, está prevista una de las urbanizaciones que más dará que hablar en los próximos años. Los dos antiguos hoteles Miramar, cerrados desde hace años, se demolerán para dejar libres 21.714 metros cuadrados donde construir un centenar de viviendas en uno de los enclaves más privilegiados del municipio. Las nuevas edificaciones se levantarán junto a la ermita de La Barquera, patrona de San Vicente, que verá cómo su entorno natural cambia por completo para dejar paso a un centenar de aparcamientos públicos y una urbanización exclusiva, en primera línea de costa, con vistas al mar y a los Picos de Europa.
Con el estudio detalle ya presentado por el promotor Antonio Casado Briz, aprobado en el Ayuntamiento y con las tramitaciones en la Crotu y Costas gestionadas durante el año pasado, el desarrollo deberá seguir dando pasos en los despachos antes de poder empezar las obras en un plazo todavía por determinar.
Al otro lado de la región, en la costa oriental, al sector inmobiliario le está costando más desperezarse, pero aún así hay signos evidentes de recuperación. En Ribamontán al Mar, por ejemplo, como ha venido contando El Diario Montañés en los últimos días, hay dos promociones de 120 y 160 viviendas en distintas fases de ejecución, además de un proyecto turístico, vinculado al campo de golf, que incluye la construcción de otras 157 casas en los terrenos del antiguo Emilio Bolado, a solo 200 metros de la costa.
En Laredo, el crecimiento previsto es mixto con segundas residencias y viviendas sociales. El Ayuntamiento cederá dos parcelas de titularidad pública al Gobierno de Cantabria para construir alrededor de 60 VPO que estarán construidas a principios de 2026. Al mismo tiempo, la inversión privada sacará adelante, entre otras promociones, la residencia Noray, formada por 106 viviendas a escasos metros de la playa y el puerto. Su entrega también está prevista en la primera mitad de 2026. A eso hay que sumar pequeñas promociones de lujo, con precios que superan los 600.000 euros junto a la playa.
Santander es un caso aparte. Con gran parte de su suelo ya comprometido, Nueva Montaña, Peñacastillo, Monte y Cueto se han convertido en las principales zonas de crecimiento, con casi 300 viviendas en ejecución o proyectadas a corto plazo, sin contar con las viviendas sociales ya anunciadas por el Ayuntamiento. Fuera de la costa, Torrelavega suspira por hacer realidad uno de sus proyectos urbanísticos de mayor calado, el Plan Parcial de El Valle, entre Sierrapando y Tanos. Este año comenzará la urbanización que precederá a la construcción de 457 nuevas viviendas, 57 de ellas municipales.
Fuente: El Diario Montañés 7 de abril de 2024.